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Ibias constituye el último confín de Asturias, el sitio donde Galicia, Asturias y León se dan la mano para crear un espacio único. En una región sometida a una creciente presión turística, Ibias es el último espacio inexplorado, un lugar para disfrutar del sosiego y conocer modos de vida ancestrales sin la artificiosidad que invade a los espacios de masiva afluencia turística. Las deficientes comunicaciones, muy mejoradas estos últimos años, han sido, sin duda, la causa del aislamiento secular del concejo, pero hoy en día son para algunos su principal atractivo.
Los vecinos de Ibias luchan desde hace tiempo por salvar las barreras que lo separan del resto de la región. Su esfuerzo en ese sentido les ha hecho merecedores Premio Pueblo ejemplar de Asturias 1999, que les fue entregado personalmente por, de aquella, S.A.R el Príncipe Felipe.
El visitante que se dirija a Ibias debe de hacerlo de forma pausada, recordando que puede ser tan placentero el viaje en si mismo como el final del destino. El acceso por el Puerto del Connio es uno de los más bellos viajes que pueden realizarse. La carretera atraviesa la Reserva Biológica de Muniellos, ofreciendo de ésta incluso mejores vistas que el paseo por el interior de la misma. El denso arbolado de Muniellos aparece cubierto por un denso manto de líquenes que parece protejan al árbol tanto del frío invierno como del calor del verano. Durante la primavera, todo el paisaje se cubre del verdor brillante de frescos brotes de roble y abedul salpicados del verde más intenso de los tejos milenarios de enormes proporciones y, finalizando el verano, los montes se salpican del rojo intenso de los brotes del serbal.
El Ibias es un valle de escasa altitud Orlando en todo su perímetro de altas sierras de entre 1000 y 1800 m de altitud. Esa orografía de lugar a una peculiar climatología que permite hablar de un microclima de corte mediterráneo. Ibias es el Sol de Asturias, veranos particularmente secos permiten el desarrollo de una flora ausente en el resto de la región, entre las que destacan especialmente: el fresno de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia), el alcornoque (Quercus suber) o el piorno de flor blanca (Cytisus multiflorus). A la vez que se dan, o se han dado, cultivos poco frecuentes en Asturias como la vid o el tabaco.
Desde el punto de vista natural no se puede dejar de destacar la riqueza cinegética (jabalí, corzo y venado, principalmente) y la abundancia piscícola.
Las laderas orientadas a la solana de los montes del concejo de Ibias están sembradas de multitud de cortinos que dan fe de la importancia que en el pasado debió tener la producción de miel, que se ha vuelto a recuperar por la excelencia de la misma.
Visitar Ibias es encontrarse con naturaleza y patrimonio en estado puro. El encanto de sus pueblos, la magia de sus bosques, la seducción de sus rutas de senderismo o el carácter de sus habitantes hace que los visitantes tengan ganas de volver incluso antes de marchar. En este rincón desconocido de Asturias, en Ibias, todos los sentidos se despiertan, se agudizan y se perciben.
Avda Aurelio Menéndez, 12
33810 – San Antolín de Ibias
IBIAS – Asturias